Fernando y Beatriz de Serpa; Duques de Beja y señores jurisdiccionales de Serpa e Moura

La Feria Histórica de Serpa va cambiando de temática cada año. Una de las más recordadas se ambientó en 1453, don Fernando recibe de don Alfonso V, además del ducado de Beja, los señoríos jurisdiccionales de Serpa y Moura. Estos señores, importantes sobre todo por su posición geoestratégica, contribuyen de forma significativa a la creación de un gran espacio señorial en el Alentejo, bajo el dominio del infante, y para ampliar considerablemente su casa y su poder. A los ojos de sus contemporáneos, don Fernando era “el mayor señor que nunca hubo en España que no fuera rey”.

Las aldeas de Serpa y Moura le fueron donadas con sus “castillos, rentas, derechos y jurisdicción civil y criminal”, de por vida, pasando, posteriormente, a las donaciones de “intereses y propiedades”.

D. Fernando fue conocido como el Infante de Serpa por haber recibido del monarca el señorío de la villa y por haber residido en la misma. Después de la muerte de su marido, doña Beatriz recibe de don Afonso V, en 1470, la guardia y custodia de los hijos menores, autorizándola a “gobernar y administrar sus bienes y cosas y personas, que a ellos pertenecen, como mejor obrar y parecer, (…) sin embargo de cualesquiera leyes canónicas, civiles y opiniones de doctores, ordenaciones, hazañas o costumbres de nuestros reinos “.

La Infanta Beatriz tiene un papel activo en la política de los reinados de don Alfonso V, don João II y don Manuel I; y es considerada por algunos historiadores como una persona de gran poder en Portugal en el siglo XV y principios del siglo XVI.

Entre los muchos bienes muebles y de raíz que poseía en el Alentejo, doña Beatriz poseía en Serpa, de acuerdo con documentos de la oficina del Monasterio de Santa María de la Concepción, en Beja, institución monástica de su fundación: cuatro casas de morada ubicadas en la villa, una herencia ubicada en Brinches, la herencia de La Lobata y la huerta de La Calza, ubicadas en el término de Serpa.

                                            Câmara Municipal de Serpa

Fernando e Beatriz de Serpa;

Duques de Beja e senhores jurisdicionais de Serpa e Moura

Em 1453, D. Fernando recebe de D. Afonso V, para além do ducado de Beja, os senhorios jurisdicionais de Serpa e Moura. Estes senhorios, importantes sobretudo pela sua posição geoestratégica, contribuem de forma significativa para a criação de um grande espaço senhorial no Alentejo, sob o domínio do infante, e para alargar consideravelmente a sua casa e o seu poder. Aos olhos dos seus contemporâneos, D. Fernando era “o maior senhor que nunca houve em Espanha que não fosse rei”.

As vilas de Serpa e Moura foram-lhe doadas com os seus “castelos, rendas, direitos e jurisdição cível e crime”, vitaliciamente, passando, posteriormente, a doações de “juro e herdade”.

D. Fernando ficou conhecido como o Infante de Serpa por ter recebido do monarca o senhorio da vila e nela ter vivido. Após a morte do marido, D. Beatriz recebe de D. Afonso V, em 1470, a curadoria e tutoria dos filhos menores, autorizando-a a “governar e administrar os seus bens e coisas e pessoas lhes pertencerem, como melhor houver e lhe parecer (…) sem embargo de quaisquer leis canónicas, civis e opiniões de doutores, ordenações, façanhas ou costumes de nossos reinos”.

A Infanta Beatriz tem um papel ativo na política dos reinados de D. Afonso V, D. João II e D. Manuel I e é considerada, por alguns historiadores, uma pessoa com grande poder em Portugal no século XV e início do século XVI.

Entre os muitos bens móveis e de raiz que detinha no Alentejo, D. Beatriz possuía em Serpa, de acordo com documentos do cartório do Mosteiro de Santa Maria da Conceição, em Beja, instituição monástica de sua fundação, quatro casas de morada sitas na vila, uma herdade localizada em Brinches, a herdade da Lobata e a horta da Calça, localizadas no termo de Serpa.

Câmara Municipal de Serpa

Scroll hacia arriba